Autocontrol: ¿vital para el crecimiento personal?

¿Es necesario el autocontrol para el crecimiento personal? Dicen que si quieres que te hagan un favor, pregúntale a una persona ocupada. Hay algunas personas que están más dispuestas que otras a hacer todo lo posible para ser útiles a pesar de que ya tienen mucho en su plato.

Supongo que el resto de nosotros no somos tan generosos con nuestro tiempo. Nos gusta pasar nuestros momentos libres para satisfacer nuestras propias necesidades y placeres.

Ya sean comodidades corporales, proyectos agradables, viajes o lo que sea. Si no es natural que uno renuncie a los demás, entonces surge una pregunta: ¿necesitamos aprender a reducir lo que queremos para nosotros mismos?

La diferencia entre el yo actual y el excelente

Cuando pensamos en nuestro yo excelente, pronto apreciamos cuán lejos nos quedamos de lo que nos gustaría llegar a ser. Por ejemplo, el altruismo a menudo se ve como una aspiración digna: ayudar a otros en lugar de tener un comportamiento egoísta. Las personas altruistas arriesgaron heroicamente sus propias vidas al dar refugio o ayudar a los judíos en la Europa ocupada por los nazis.

El perdón es otro punto. ¿Quién estaría en desacuerdo con la noción de que cuando alguien se ha encaprichado con nosotros y controlamos con éxito el impulso de tomar represalias, nos convertimos en una fuente de curación en lugar de dolor?

“La vida mejora dando y escuchando”.

Roger Walsh, erudito australiano en psiquiatría, filosofía y antropología

¿Pero, cómo convertirse en nuestro yo excelente?

Algunos escritores consideran que el desarrollo de la persona simplemente significa adquirir autoconocimiento y darse cuenta del potencial interno al ponerse en contacto con el verdadero yo.

Sin embargo, existe un problema con la opinión de que la conciencia y la comprensión son suficientes para el crecimiento personal. No importa qué tips tengamos y los ideales que poseamos, seguimos notando algún tipo de contraste entre la conducta habitual y cómo nos gustaría ser.

“Es difícil sentarse y meditar después de un día de mentir, engañar y lastimar a la gente”.

Jack Kornfield, profesor estadounidense de budismo Theravada

Nuestras emociones continúan afectando lo que pensamos y hacemos. No importa cuánto me diga que sienta simpatía hacia mi rival o que muestre tolerancia hacia mi ruidoso vecino, no puedo cambiar de inmediato mis sentimientos negativos hacia ellos.

autocontrol

Nuevos deseos provienen de nuevos comportamientos y pensamientos.

Cuando alguien me hace enojar, no puedo cambiar de inmediato cómo me siento. Pero hay algunas buenas noticias. Lo que puedo hacer es cambiar mi pensamiento y comportamiento.

En lugar de centrarme en pensamientos resentidos, podría recordar los buenos puntos de alguien. Y esto puede ayudar a moderar mi ira. Del mismo modo, en lugar de levantar la voz y apretar los puños, podría hablar en voz más baja e intentar relajar mi cuerpo. De esta manera, mis sentimientos pueden modificarse lentamente.

Autocontrol y deshonestidad

Tener autocontrol sobre las cosas que decimos puede ser importante. Hay una expresión: “Si no puedes decir nada bueno, no digas nada”. Contar historias exageradas e inútiles sobre alguien que no está presente para defenderse, es un discurso descuidado.

Otra forma de deshonestidad es recitar pequeñas mentiras para proteger nuestra reputación y luego mentiras más grandes para justificar las pequeñas mentiras. Es mejor controlar nuestro impulso de defendernos.

Dejar de ser deshonesto puede generar más confianza y, por lo tanto, auténticas amistades. En otras palabras, la moderación en la forma en que nos comportamos puede afectar la calidad de nuestras vidas.

De manera similar, en relación con otras cuestiones éticas, podemos desafiar las formas habituales de pensamiento y, en cambio, hacer lo que la conciencia nos diga qué es correcto. Esto en lugar de perseguir automáticamente nuestros impulsos naturales.

“Lo mejor es una regla fuerte, y de los mejores gobernantes es el mejor que primero puede gobernarse a sí mismo”.

Apollinio de Tyrana, filósofo griego

Gandhi y autocontrol

Mahatma Gandhi sufrió una horrible discriminación racial cuando vivía en Sudáfrica. Muchos se habrían vuelto amargados y partidarios de la violencia contra esta injusticia social. En cambio, consideraba a sus abusadores como posibles amigos en lugar de enemigos. En lugar de calumniarlos, se aferró a la verdad.

El Buda y la moderación

Sugeriría que la leyenda de Siddhartha Gautama (el Buda) muestra que el autocontrol es necesario para la iluminación, aunque puede llevarse demasiado lejos. El padre de Siddhartha, el Rey, rodeó a su hijo con todos los placeres mundanos y le ordenó que ignorara la enfermedad, la decrepitud y la muerte.

Pero cuando el príncipe vio evidencia de vulnerabilidad y mortalidad humana, finalmente decidió retirarse del mundo en busca del nirvana. Después de seis años de práctica ascética extrema que resultó inútil, dice la tradición, Siddhartha finalmente logró su búsqueda mediante diversas austeridades, reflexiones y luchas internas.

Parece que la moderación extrema no necesariamente funciona, sin embargo, un grado moderado puede ser necesario para el crecimiento espiritual.

Cristo y la paciencia

Según la descripción bíblica, el desarrollo de la vida espiritual de Jesucristo también implicó el autocontrol en tiempos de gran dificultad. Debió haber tenido que contener varias emociones naturales.

Por ejemplo, la impaciencia cuando sus apóstoles tardaron en entenderlo, el resentimiento cuando los líderes religiosos querían desacreditarlo y la animosidad cuando las personas conspiraron para matarlo.

En cambio, respondió con paciencia, tolerancia y perdón. Y su angustia mientras oraba en el Jardín de Getsemaní es un vívido ejemplo de su lucha interna con sus demonios.

Autocontrol y lucha interna

En resumen, parece que el autocontrol y la lucha interna son una parte importante del proceso de desarrollo espiritual. Esto puede ocurrir cuando experimentamos un conflicto interno entre “lo que quiero” y “lo que quiero querer”, es decir, entre los deseos naturales de nuestra orientación y lo que apreciamos es una mejor forma de vida.

“El corazón del hombre autocontrolado siempre está en el Reino Interior”.

Lao Tse, antiguo filósofo chino

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.