Si responde ‘No’ a estas 4 preguntas, sus habilidades de liderazgo son peores de lo que piensa

Los buenos líderes saben que son responsables de crear una cultura en la búsqueda de objetivos comunes a través de valores compartidos y mientras persiguen un propósito convincente.

Incluso los mejores líderes priorizan los intereses de aquellos a los que lideran sobre los suyos. Esta no es una tarea fácil, incluso para el líder más experimentado. Pero funciona porque inspira a las personas a un propósito superior.

Para evaluar y reflexionar sobre su posición frente a la alta barra de liderazgo, y si realmente pertenece al rol, responda cuatro preguntas simples.

1. ¿Tiene las habilidades de comunicación para tener éxito a un alto nivel?

En mi trabajo como entrenador de ejecutivos y empresarios, los problemas de comunicación son comunes. Demasiado, no lo suficiente, se envían mensajes incorrectos. Cualquiera sea la forma en que se presente, una comunicación deficiente puede afectar la moral del trabajo, desconectar a sus empleados e insatisfechar a sus clientes.

Cualquiera sea el caso, una cosa debe ser clara: la comunicación, ya sea interpersonal u organizacional, es una necesidad para el éxito. En esta época de escándalos y controversias corporativas, cómo se comunican los líderes con y a otros, el tipo que se traduce en resultados comerciales, pueden ser multifacéticos, situacionales y requieren mucho coraje emocional.

El autor y gurú del liderazgo Brian Tracy dice: “Su capacidad para comunicarse con los demás representará el 85 por ciento de su éxito en su negocio y en su vida”.

2. ¿Eres transparente?

¿Alguna vez has estado en una reunión importante donde un tema en la agenda causa tensión que puedes cortar con un cuchillo? En lugar de colegas que hablan para resolver un problema, obtienes caras y ojos de póker que miran hacia abajo para evitar lo que nadie quiere tratar.

Lo mismo es cierto cuando se trata de tener esas conversaciones difíciles para llamar a alguien en la alfombra. Dilamos o evitamos la confrontación, porque nunca es agradable, por ejemplo, decirle a alguien que no lo está cortando.

Entonces, cuando la gente me pregunta: “¿Cuál es el secreto de una gran comunicación?” mi respuesta habitual desconcierta a algunos, porque puede parecer muy contradictorio: “Sea radicalmente transparente”.

La transparencia radical sofocará una cultura laboral tóxica donde las personas están en desacuerdo, el clima político es pesado y los egos personales sofocan a los equipos.

Cuando un líder muestra transparencia, los miembros del equipo saben exactamente cómo lo están haciendo y cuál es su posición con respecto al rendimiento. Es una fortaleza de liderazgo que ayuda a construir una base de confianza.

La clave es que la información fluya libre y rápidamente entre los gerentes y empleados, en ambos sentidos, para que las expectativas sean mutuamente claras y consistentes y todos estén en la misma página. Esto elimina la confusión, la ambigüedad, la sospecha y el elemento de sorpresa desagradable.

3. ¿Influyes en tu gente al empoderarlos para tener éxito?

Todos hemos escuchado el mantra de John Maxwell “el liderazgo es influencia”. Entonces, ¿cómo dominas exactamente el arte de la influencia? Comience primero recordándose a sí mismo que el liderazgo no es dictar, ordenar o imponer. Está sirviendo a los demás: los empleados primero, los clientes segundos.

Influencia significa empoderar a otros para lograr sus objetivos, sacar lo mejor de las personas, poner sus necesidades por delante de las suyas (como líder) y ayudarlos a desarrollarse.

A esto le llamamos liderazgo de servicio–una de las plataformas más altas para lanzarte a influir en los demás. Los comportamientos que conducen a la influencia vuelven al carácter. Es OMS eres, no lo que haces. Es una elección, no un proceso prescrito o una lista de tareas pendientes.

4. ¿Tiene conocimiento de lo que mantiene a sus empleados comprometidos?

Los líderes inteligentes saben lo que se necesita para mantener felices y comprometidos a sus empleados más talentosos. Pasan un tiempo considerable desarrollando cultura y equipando a su tribu para hacer un gran trabajo. Con ese fin, los buenos líderes medirán los elementos centrales necesarios para atraer, enfocar y mantener a sus empleados más talentosos. Es tan simple como hacerse preguntas como:

  • ¿Mis empleados saben lo que se espera de ellos?
  • ¿Mis empleados tienen las herramientas que necesitan para hacer bien su trabajo?
  • ¿Mis empleados tienen la oportunidad de hacer lo que mejor hacen todos los días?
  • ¿Han recibido reconocimiento o elogios mis mejores artistas por hacer un buen trabajo últimamente?
  • ¿Los gerentes inmediatos, supervisores u otras personas en el trabajo parecen preocuparse por los empleados como personas?

Si estas preguntas le resultan familiares, es porque Gallup las ha estado utilizando durante más de 30 años como parte de su rigurosa investigación de compromiso de los empleados que mejor predice el desempeño de los empleados y el equipo.

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