Antiguos secretos de un guerrero para el emprendedor moderno

Las palabras que ves en pantalla desencadenan respuestas subconscientes. Las imágenes oscuras penetran en tu mente. Tu ritmo cardíaco aumenta ligeramente. Tus músculos se tensan. Como un guerrero que avanza para combatir, te preparas para participar en tu mercado. Listo, apunta, dispara. ¡Envías un correo electrónico!

Todos los días se proyectan metáforas militares en las pantallas de nuestras computadoras. Anuncio de guerrilla, penetración de mercado, dominación mundial, inteligencia competitiva y más. ¿Cómo abordas tu comercialización, tu negocio? Al terminar el día, ¿sientes que has estado en batalla? ¿Sufriendo fatiga de batalla?.

La guerra es solo una metáfora de la aplicación de la fuerza. Al comprender la naturaleza de la guerra, puede aplicar esta comprensión a los negocios. Puedes aplicar los principios de la guerra con elegancia o con tosquedad. Es como saber la diferencia entre un gladiador y un monje guerrero meditando.

Aquí hay algunos secretos de guerreros que se han derivado de las artes marciales maoríes tradicionales y las tácticas militares modernas. Adapta y aplica algunos de estos principios a tu vida y negocio.

1. El poder de la unidad

Al rastrear y observar, debes convertirte en uno con tu entorno. Los árboles, los insectos, la vida salvaje, se convierten en tus ojos y oídos. El bosque se convierte en parte de tu cuerpo. Para alcanzar este nivel de sentimiento, necesitas convertirte en uno contigo mismo. Este poder de unidad comienza con el punto de quietud. Necesitas desacelerar tu pensamiento y relajarte en ti mismo. Disminuye la velocidad de tus pensamientos para que puedas sentir tu propio cuerpo. Músculos tensos. Respuestas nerviosas. Respiración estresada. Simplemente reduce la velocidad y toma tiempo de tu ajetreado entorno de trabajo. Pasa una hora de pensamiento lento cada día. No hagas nada durante esta hora, luego muévete cuando estés listo. El emprendedor moderno es como un explorador: observa silenciosamente y luego se mueve con acciones rápidas y eficientes.

2. Conócete a ti mismo

Conoce tus fortalezas y debilidades. A veces se necesita honestidad para admitir tus propias debilidades. Tu pareja, tus hijos o amigos cercanos pueden ser buenos espejos. Reflejan tus rasgos buenos y malos. La opinión honesta de tu hija de 4 años puede pinchar fácilmente el ego de un poderoso emprendedor. Tus resultados también son otra buena indicación. ¿Qué resultados estás obteniendo? Mira a tu alrededor para recibir comentarios de 360 ​​grados. Ponte en posiciones incómodas para que puedas estirarte y crecer.

3. Conoce a tu enemigo

Un guerrero conoce a su enemigo, no lo mata. A veces tu peor enemigo puedes ser tú mismo. Tu enemigo es tu competidor. Prueba esto. Mira a tus competidores como aliados potenciales. Estudialos. Piensa como ellos. Háblales. Entiéndelos. Quieren las mismas cosas en la vida que tú. Sin embargo, sé como un puño de hierro envuelto en un guante de terciopelo. Negocia y opera desde una posición de fortaleza y honor en lugar de debilidad y engaño. La energía de tus valores y creencias irradia de ti como un campo de fuerza. ¿Qué energía estás enviando?

4. Piensa 3 veces más allá de tu capacidad genuina

Algunas razas guerreras, como los maoríes de Nueva Zelanda, solían entrenar para que un guerrero fuera igual a tres o más oponentes. Su pequeñez en números fue compensada por la calidad de los guerreros. Encuentra una manera de aprovechar tu capacidad precisa para lograr una mejora del 300 por ciento en tus resultados. Podrías ser tres veces más rápido en la entrega de tu producto al cliente. O tu producto podría ser tres veces más confiable. ¿Por qué detenerse en una proporción de tres? Quizás podrías lograr una relación de mejora de 10, 20 veces en tu capacidad actual.

5. Relajación enfocada en situaciones de alto estrés

El estrés es la causa número uno de la reducción de la eficiencia laboral. Cuando enseño artes marciales, aliento a las personas a reírse conscientemente en situaciones de alto estrés. Esto relaja el cuerpo y permite que emerjan los reflejos naturales. Imagina un maníaco manchado de sangre corriendo hacia ti con un hacha. Tu cuerpo comienza a tensarse. Tu mente entra en pánico. Ahora imagina al mismo maniático del hacha corriendo directamente hacia un muro invisible de concreto a tres metros de ti. Está completamente inconsciente y en el suelo. Te ríes.

Ahora reduce la velocidad de esta imagen en movimiento, cuadro por cuadro. Acerca cada vez más el muro invisible de hormigón. Ríete cuando el maníaco sea noqueado. Ahora acelera la secuencia del cuadro. Hacha de carga maníaca. ¡Explosión! ¡Knockear! ¡Jajaja! Repite varias veces. El muro de hormigón se convierte en una metáfora del poder de tu mente enfocada.

La siguiente etapa es aprender y aplicar acciones de choque defensivas para que tengas el impacto físico equivalente de un muro de hormigón invisible. Usa tu mismo proceso psicológico cuando te encuentres con clientes negativos u hostiles. Pon una barrera invisible para bloquear su energía negativa. Utiliza la risa para desarmar la tensión. Controla tu propia mente y espacio.

Encuentra formas de activar la energía de un guerrero dentro de ti. Úsala como una fuerza para el bien. Este es el desafío para el emprendedor moderno. Servir al bien común al crear varias empresas exitosas.

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