Evitar las discusiones perjudiciales

Aunque los expertos tienden a ir y venir sobre los porcentajes exactos, están de acuerdo en que una parte significativa de la comunicación humana es visual. Observamos expresiones y lenguaje corporal durante las conversaciones para evaluar el significado exacto de las palabras que escuchamos.

Sin embargo, los foros en línea, los mensajes de texto, el correo electrónico y las publicaciones en las redes sociales han neutralizado esas pistas. Esto, a su vez, ha abierto la puerta a discusiones en línea, a menudo muy tontas. Dicho esto, evitar las guerras de llamas es simplemente una cuestión de detenerte, respirar profundamente y preguntar antes de acusar.

1. Pregunte antes de acusar

Cuando algo que lees te molesta, antes de lanzar una réplica ácida, tómate un momento para pedirle a la persona que amplíe su posición para darte la oportunidad de comprender su verdadera intención.

A menudo, encontrará que lo que querían decir era diferente a su percepción de lo que lee. Tenga en cuenta que llevamos nuestras propias emociones a todo lo que encontramos. Si algo le parece infundado y ya está irritado por otra cosa, podría malinterpretarlo. Pida amablemente una aclaración antes de responder.

2. Nunca escriba nada que no diría cara a cara

Con un teclado frente a usted, es fácil transmitir pensamientos que nunca hablaría en voz alta.

Ahora, no estamos diciendo que debas amordazar tu opinión. Lo que estamos diciendo es que debe encontrar una manera de expresar sus opiniones de manera civilizada y asegurarse de que se base en pruebas cuantificables.

Marcharse a medias es una excelente manera de terminar defendiendo lo indefendible. Debe preguntarse si quiere tener razón o ser feliz. Los dos pueden ser mutuamente excluyentes. En su afán por ganar una discusión, podría perder una relación.

3. No permita que la forma en que se siente determine su forma de actuar

Esto encaja con el número uno arriba y va un poco más lejos. Si descubre que de hecho está tomando el comentario de la forma en que se pretendía, su mejor jugada será intelectual. Exponga su caso de manera completa y sucinta, sin emoción.

A veces, te encontrarás con alguien que está ansioso por una pelea, por lo que automáticamente emplean una retórica incendiaria. Sus respuestas deben ser frías, calculadas, basadas en hechos, reforzadas con vínculos de apoyo y libres de disparadores emocionales.

Digamos que estás vendiendo libros electrónicos y alguien en un foro te acusa injustamente de vender material plagiado. Tu primer instinto será apagarlos lo más rápido posible. Pero si te metes en una guerra de llamas llena de blasfemias y barro, y todos tus clientes lo ven, sí, eso no va a ser un buen aspecto. Defiéndete con tu intelecto, no con tus emociones.

4. Expresa tu punto y cállate

Si se toma su tiempo, investiga y elabora una respuesta bien considerada, no debería haber nada más que decir.

Recuerde, su objetivo es vender libros, no acabar con un idiota que sabe lo suficiente para ser irritante. Se necesitan dos para luchar. Si eres muy minucioso en tu respuesta y tu lógica es inexpugnable (lo será, porque eres el experto), su única jugada será la emoción. En cuyo caso, simplemente los remitirá a su respuesta, una vez, y déjelo en paz. Tus clientes te verán como la persona más grande y te respetarán por ello.

En última instancia, evitar las guerras de fuego es simplemente una cuestión de moderación. No responda a lo primero que vea, no responda con enojo, y no responda al enojo.

Las guerras de llamas pueden ser máquinas de movimiento perpetuo en las que los malentendidos se acumulan sobre los malentendidos.

George Bernard Shaw dijo una vez: “El mayor problema de la comunicación es la ilusión de que ha tenido lugar”.

La primera persona en recordar esto y salir del argumento gana.

Deja que seas tú.

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